En un sueño de palabras...

María Dolores Roca: un sueño para Miguel Hernández

29 jun 2010


En 1910 vio la luz Miguel Hernández en Orihuela. Y en Orihuela, en 2010 ve la luz un sueño hecho de palabras y de imágenes llamado Para Miguel. Su soñadora, María Dolores Roca, ha seguido una especie de voz interior, movido los vientos y las mareas de la creación para niños, convocado a una delicada ilustradora llamada Juliana Javaloy y editado por su cuenta y riesgo un libro álbum. 
Las palabras de María Dolores en este libro son para Miguel. Para Miguel son las imágenes, la luna y la cabrita que bala, el dorso de la serranía y la noche atrapada en un par de tapas. Y a propósito de este sueño, María Dolores y yo pudimos conversar, desde Orihuela a México, en una cálida noche de junio del año todo luna de Miguel Hernández. (MGE)


 Juliana, María Dolores y Vicente, librero de Orihuela
 ¿Cómo nació la idea de realizar Para Miguel, cuándo lo soñaste por primera vez?

La idea de escribir sobre Miguel Hernández ya me rondaba por la cabeza varios meses.
Así que una calurosa tarde de verano, mirando la sierra, por la que Miguel subía con el ganado y disfrutando de las vistas de los tejados de Orihuela, los poemas fueron surgiendo de una forma natural.


¿Qué ha sido para ti la poesía de Miguel Hernández?

Realmente,siendo de Orihuela como soy, no conocía demasiado bien su obra, hasta hace unos diez años.
Así que no he crecido con sus poemas, ni he disfrutado de las maravillosas descripciones que hace de nuestra tierra.
Ahora con el centenario, se están editando poemarios y biografías adaptados a los niños, pero antes, los poemas de Miguel Hernández eran considerados como poesía de adultos.

Contraportada del libro
¿Qué aporta este universo de pastores y luna, de cielo y Orihuela, a los niños de habla española del siglo XXI?

Yo creo que lo primero que tiene que aportarles es a amar la naturaleza, a observarla, olerla, sentirla,...
Orihuela, por su especial situación, en la huerta, entre montes y mar, es un sitio privilegiado para ello.
Miguel supo verlo y plasmarlo como nadie, en poemas llenos de frescura y amor a lo sencillo.

¿Qué es para ti la poesía? ¿Hay poesía para niños y poesía para adultos? ¿O son una y la misma cosa?

La poesía es el lenguaje del alma. Puede haber poemas que resulten complicados de entender para niños, porque no tengan la suficiente experiencia vital, pero los adultos podemos y debemos leer poesía de la que llamamos para niños.
En los poemas sencillos, alegres, frescos, divertidos,... encontramos un trocito de infancia que nos puede hacer revivir la esencia de nuestra alma, que quizá perdimos entre tantos problemas de adultos.

María Dolores firmando ejemplares durante la presentación en Orihuela
Háblanos por favor de María Dolores Roca: ¿cómo fuiste de niña? ¿Qué sueños leías? ¿Qué libros soñabas?

Fui una niña feliz, alegre y confiada, y lo sigo siendo. Siempre he tenido una imaginación desbordante y me encantaba leer historias de misterios.
Me fastidiaban las historias en las que al final todo tenía una explicación razonable, creía que existían cosas misteriosas que no tenían explicación,
y lo sigo creyendo.

En lo personal, pienso que la poesía es tan necesaria como el agua, como el aire y como el pan. ¿Tú que nos dices?

Estoy totalmente de acuerdo. La poesía es capaz de llevarnos a mundos fantásticos, de sacar de nosotros lo más tierno que tenemos dentro, es capaz de llenarnos de esperanzas e ilusiones. En fin, la poesía nos hace sentir cosas que de otro modo nunca sentiríamos.

Para Miguel es una edición de autora, una fuerte apuesta personal y empresarial, ¿cómo haces para unir las dos mitades de la naranja: la inspiración y la vida práctica con lo que esta implica -costos, traslados, permisos, licencias, empaques, ventas..?

Realmente es mucho más complicado para mí ser editora que escribir. Pero la poesía no es muy rentable y algunos editores no están para aventuras.
He decidido editar este libro contra viento y marea, porque creo que merece la pena. Ha sido un gran esfuerzo económico y personal pero estoy muy satisfecha con el resultado. Ha quedado precioso.

Una nutrida concurrencia aplaudió la iniciativa de María Dolores
Centenario de Miguel Hernández: se suceden los homenajes, las publicaciones, las exposiciones en torno a la figura de este inmenso poeta. En este ambiente, ¿qué lugar ocupa -o quieres que ocupe- Para Miguel?

Con este libro pretendo presentar a los niños a Miguel Hernández. Que sea la primera aproximación a sus poemas, a su tierra y a su pasión por la poesía.
Pretendo que crezcan con Miguel y que profundicen en su obra cuando se sientan preparados.

La ilustración de Juliana Javaloy es bellísima. Como poeta, ¿qué relación tienes con Juliana como ilustradora?

Juliana es una persona muy especial. Es muy sensible y ha sabido sacar la esencia de cada estrofa.
Yo siento que ha dibujado mis sueños.
Conoce muy bien la obra de Miguel y le apasiona. Ha realizado exposiciones de pinturas inspiradas en su obra.
Hemos hablado mucho y hemos estado muy conectadas desde el principio y eso se aprecia en el resultado.


Del Diccionario de María Dolores Roca:

Poesía: La poesía es el lenguaje del alma.

Sueño: Un sueño es algo que será realidad cuando tú creas que puede serlo.

Luna: La Luna es el hada madrina de los poetas.

Niños: Sueños hechos realidad.

Felicidad: La felicidad es ver a los demás felices.

Marcos Almada Rivero: Un explorador de la imaginación

28 jun 2010

Marcos Almada Rivero en su estudio de Cuernavaca. 


"Desde el inicio tuve muy claro que su rostro 
debía mostrar cierta melancolía y tristeza 
por ser testigo de la desaparición de su mundo". 

Marcos Almada Rivero es un joven ilustrador mexicano. Ediciones El Naranjo le confió la ilustración de mi novela Copo de Algodón y con ella una serie de retos. Es también escritor y poseedor de un universo cultural sumamente rico y de una manera particular de redimensionar la Historia y el pasado,  como se verá en el curso de esta entrevista diálogo que sostuvimos en la última semana de junio 2010, en los días previos a la aparición en la escena de la literatura infantil y juvenil mexicana de esta historia que mira la Conquista de México a través de los ojos de su protagonista: una niña de nueve años, que fue la hija favorita del emperador Moctezuma y que se llamó Copo de Algodón. (MGE)


Marcos, he leído que de niño querías ser paleontólogo y arqueólogo. Esto suena muy aventurero. ¿En qué momento tu Indiana Jones decidió dedicarse a la aventura de la ilustración?

Creo que la mayoría de los niños nacemos siendo aventureros, está en la esencia de la infancia ser curioso e indagador. Desafortunadamente con la llegada de la vida adulta, esta inquietud se va deslavando en la mayoría de las personas. En mi caso, mi Indiana Jones sigue presente, solamente que ha cambiado su látigo por una pluma y un lápiz. Para mí, la búsqueda del tesoro está muy presente en mi profesión; no es un objeto dorado ni una reliquia religiosa sino una buena idea, una imagen memorable o un pequeño esbozo de inspiración lo que un creativo anhela con vehemencia. 
Supongo que me he vuelto más bien un explorador de la imaginación. 

Como autora, tengo curiosidad grande por saber lo siguiente: ¿Cómo fue tu primera lectura de Copo de Algodón? ¿Qué imágenes se te venían a la mente?

Debo de confesarte que antes de leer tu libro, cuando me informaron que se trataba de una novela situada en la época de la Conquista, me inquieté un poco y estuve a punto de declinar la oferta pues me parece que a la hora de tratar temas prehispánicos, los mexicanos nos volvemos muy solemnes y conservadores, con poco espacio para la creatividad. Me daba un gran temor tener que hacer ilustraciones muy realistas y descriptivas o peor aún, simulando los códices prehispánicos. 

Temía también que la novela tuviera una perspectiva conservadora que glorificara engañosamente el pasado indígena y que el lenguaje fuera rebuscado y poco amigable con los niños y jóvenes. Sin embargo, me llevé una muy grata sorpresa desde que  leí la primera página y la historia resultó ser de aquellas pocas en las que uno no puede dejar de leer, me leí el libro de una sentada. 
Esto gracias a que la historia está contada de forma auténtica y original, sin caer en estereotipos y lugares comunes lo cual un ilustrador -así como cualquier otro lector- agradece profundamente.
Cuando leo un texto por primera ocasión trato de bloquear mi propia imaginación, para que ésta no se mezcle con lo que estoy leyendo. Así que las imágenes me fueron surgiendo hasta una segunda lectura. Antes de crear imágenes busco encontrar el estilo de la ilustración, uno que vaya acorde al propio estilo de la narración, ese, para mí, es el mayor reto del ilustrador. 

¿A qué elementos recurriste para dar rostro a Copo de Algodón?
Esto aparentaría ser muy difícil pues no encontré ningún registro gráfico del rostro de Tecuixpo, por lo que no tenía referencia alguna, sin embargo esto más bien se presentó como una oportunidad pues así tenía más libertad para crear. Estuve haciendo varios bocetos y Ana Laura Delgado me iba señalando lo que funcionaba y lo que no. Desde el inicio tuve muy claro que su rostro debía mostrar cierta melancolía y tristeza por ser testigo de la desaparición de su mundo. Al mismo tiempo, debía de reflejar inocencia y dulzura, pues ella fue simplemente una niña, de carne y hueso y no tan distinta a las niñas que van a leer su historia. 

¿Cuál o cuáles son tus personajes históricos favoritos de entre los que aparecen en la novela? 
Creo que cada personaje tiene una función muy clara en la historia y me cuesta trabajo escoger a alguien, ya que sus roles funcionan a partir de sus relaciones con los demás, es decir que entre ellos se definen. Me llama mucho la atención la pareja de Cuitláhuac y Cuauhtémoc y su función de héroes. Creo que fueron los que tuvieron más claridad y entereza; dieron sus vidas sin chistar y por eso la historia los ha recompensado con su reconocimiento. Curiosamente no hice grandes representaciones de dichos personajes en la ilustración pues estos personajes han sido ya retratados innumerables veces y por desgracia han sido víctimas de la  idealización y mitificacion.
Preferí dejar sus imágenes un tanto en la penumbra y permitir que los acontecimientos hablaran por ellos.
  
Yo pienso que no es posible cambiar el pasado, pero sí la manera en que lo narramos. Tú, que también has querido ser historiador, ¿qué piensas al respecto?

Cada momento histórico es único e irrepetible pues los elementos que conforman la realidad son prácticamente infinitos. Los historiadores tienen que hacer filtros y decidir cuales son los momentos, personajes y acontecimientos que se consideran más relevantes, de lo contrario tendríamos una saturación de información y datos. El problema es quién decide lo que fue importante y en qué nicho lo colocas. En otras palabras, ¿cómo decidimos quién fue el villano, quién fue el héroe, qué acontecimiento es el que se va a contar una y otra vez en las escuelas y cuál es el que va a quedar en el olvido? A veces veo a la historia como a un pequeño grupo de personas, tratando de comprender lo que ya hicieron millones de nuestros antepasados y me parece abrumador y emocionante al mismo tiempo.
Lo más perturbador es la poca conciencia histórica que tenemos los jóvenes mexicanos, pareciera que estamos hipnotizados por el futuro tecnológico y que hemos descartado nuestra historia, lo cual puede ser peligroso; es construir sobre arena pues la historia nos da fortaleza como cultura, como nación y como individuos. Esta novela es un esfuerzo importante para que los jóvenes puedan encontrar sus sueños en la historia, en nuestro pasado que es terrible y hermoso al mismo tiempo. 

¿Cuál es tu postura ante este período histórico de la Conquista española, que es uno de los fundamentos de la identidad del mexicano?

Me parece que todos en algún momento nos preguntamos cómo es posible que ciertos acontecimientos se dieran de cierta manera y no de otra. ¿Cómo es posible que cuatrocientos hombres vencieran a millones, en su propio territorio? Incluso hay personas que sienten coraje y resentimiento por el pasado; la verdad es que nosotros somos nuestro pasado, bueno o malo, estamos aquí, precisamente debido a la forma que actuaron nuestros antepasados y es peligroso cuando juzgamos desde nuestra óptica contemporánea. 

Al tratarse de una obra artística, es muy difícil ser imparciales pues en cada renglón o en cada trazo, nuestra subjetividad se hace presente. ¿Dónde coloco al personaje? ¿Qué gesto le pongo? ¿Qué personaje omito? Al contestar estas preguntas ya estoy teniendo una postura y un punto de vista. Es muy importante que la opinión del autor no sea impositiva sobre el lector sino que sea una guía para que este pueda a su vez crear su propia opinión. 

En este caso intenté reflejar el punto de vista de Tecuixpo y si te fijas en las ilustraciones en que no aparece dicho personaje, la perspectiva es de abajo hacia arriba, como si alguien pequeño estuviera viendo esa escena. Una imagen clave es la del primer encuentro de Moctezuma con Cortés: Tecuixpo aparece en aquel momento tan decisivo y es importante notar cómo una persona tan frágil y pequeña esta justo en medio de lo que será un choque de gigantes. Creo que esta imagen resume la esencia de la historia. En el fondo todos somos un poco como ella ya que nuestra realidad cambió a partir de ese preciso instante. 

Tu ilustración está llena de detalles que revelan un conocimiento del mundo azteca. ¿Con cuál o cuáles de ellos disfrutaste particularmente?

Cuando dibujo, me meto de lleno al mundo que estoy tratando de representar, (incluso me he dado cuenta que cuando dibujo animales sin querer imito sus sonidos). En este caso traté de involucrarme con la estética azteca y cosulté decenas de libros y revistas, no sólo las fotografías sino que también leía todo lo que podía.
De esta manera mis dibujos son un poco más fidedignos y complementan mejor el texto. 

 Un ejemplo de esto es la ilustración de Cortés destruyendo una estatua de Tlaltecuhtli: la pieza en que me basé existe y se encuentra actualmente en el museo del Templo Mayor. 

Lo curioso es qué respeté la forma en que está quebrada, por lo que añadí un acontecimiento que no aparece textualmente en la novela y que no ocurrió necesariamente en la vida real pero le da profundidad a la narración. 
 La elección de dicha deidad no es fortuita, me pareció que necesitaba poner lo más opuesto a la imagen de Jesucristo, la religión de Cortés. De esta manera encontré que la diosa del inframundo debió ser de las imágenes más perturbadoras para el conquistador. 

Por otro lado, mi intención nunca fue ser demasiado descriptivo pues no se trata de un libro de texto sino de una obra literaria. Los elementos que aparecen en cada ilustración tienen un porqué y nada está simplemente como decoración. Me gusta mucho la imagen de Tecuixpo sentada en su petate, con un juguete en sus manos mientras en el fondo vemos a su padre y a su tío decidiendo su futuro. Ese juguete que sostiene representa precisamente su niñez que está a punto de ser arrebatada de sus manos.

Otra escena importante es la matanza del Templo Mayor; en la imagen vemos a dos indígenas muertos por espadas españolas. Uno de ellos se encuentra recostado sobre el muro del templo y una gran columna de fuego y humo se eleva hacia el cielo, envolviendo al sol, representando así el sacrificio que estos hombres religiosos hicieron por el Dios Tonatiuh, señor Sol. 

Marcos,  eres escritor e ilustrador, ¿cómo dialogaron en ti estas facetas para dar vida en imágenes al mundo de Copo de Algodón?
En este caso que solamente colaboré como ilustrador, dejé totalmente de lado mi profesión de escritor. Busqué enamorarme de tu texto y lo logré. En ningún momento desee quitar ni poner texto.
La ventaja de tener experiencia en ambas disciplinas es que sé que la imagen siempre debe de aportar algo al texto. No tiene ningún mérito repetir con imágenes lo que ya está dicho con palabras sino darle profundidad a éstas para que su eco retumbe en la mente del lector. Espero haber logrado un poco de esto con tu texto. 

Y por último, ¿qué sentimientos experimentas al saber que tus ilustraciones forman parte de tantos libros, muchos de ellos dirigidos a los estudiantes?

Pura alegría. Me pone la piel de gallina pensar que niños que viven muy lejos podrán ver los dibujos que hice con tanto entusiasmo en un pequeño rincón de mi casa. Me encanta compartir mis ideas, mis anhelos y mis sueños con los niños pues ellos son los mejores críticos; son personitas muy sinceras y tomo sus palabras muy en serio. Me encanta mi trabajo ya que tengo la oportunidad de hacer los libros que me hubieran gustado tener de niño y de esa manera, por más viejo que me haga, siempre habrá algo de niño en mí.

Del Diccionario de Marcos Almada Rivero:

Libros: son una aventura acechando a un lector descuidado.
Niños: Los seres más inteligentes del universo.
Historia: El océano donde flota nuestro presente.
Tiempo: Dicen que se acaba pero al parecer siempre hay más.
Felicidad: El único tesoro por el que vale la pena dar la vida.


marcosalmadailustrador.blogspot.com

Imágenes: 
Ediciones El Naranjo y Marcos Almada Rivero


Elotito, de Berenice La Sirena: una niña real

27 jun 2010
Eloísa Ramírez Ayala, la niña que inspiró un personaje

Hace 6 años, conocí en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, a una niña de 9  con un encanto especial. Ella se llama Eloísa Ramírez Ayala y cuando era pequeña todos la llamaban Elotito.
En México, un elote es una marzorca de maíz y a mí me pareció adorable el diminutivo y muy original. Entonces me hice el propósito de algún día incluir a Elotito en uno de mis libros.


Las ilustraciones de Camilo Sarmiento Prieto le gustaron mucho a Eloísa.

Así, nació el personaje de Elotito en Berenice la Sirena, una niña de ojos grandes y avispado carácter que sería la amiga mexicana de Conchita, una asombrada marquesita española desembarcada en Veracruz con sus padres virreyes en pleno siglo XVII.

Eloísa y su madre, Patricia. En el libro, Elotito, bastante preocupada por la cercanía de un cocodrilo.

Hoy en San Miguel de Allende volví a ver a esta niña tan querida y a su madre, Patricia,  en la ciudad de San Miguel. Ella ignoraba que su nombre, sus ojos y su recuerdo estaban guardados en este libro que a través de Hillman Publicaciones ha sido publicado en Colombia y asombrosa y rápidamente distribuido en muchos colegios de ese país tan entrañable para mí.

 Y como aún quedan románticos y yo soy uno de ellos, es una emoción muy grande... todo. Poder guardar en un libro algo de la esencia inefable de la infancia, tener la oportunidad de regresar y coincidir de nuevo y abrazar en una niña de catorce años a la pequeña de ocho que fue, pasar las páginas de un libro y decir ¿te acuerdas? y pensar que esos pedacitos de una niñez en San Miguel de Allende son leídos en estos días en Bogotá, y en Cali y en Medellín... es una felicidad grande, quizás también inefable, como lo que se siente al ver  florecer una rosa, al escuchar el canto de un ave y al confiar en que esa nube lleve en su viaje un pensamiento a los seres amados.

El rombu más al norte d'esta tierra

25 jun 2010

 Aurelio González Ovies

El rombu más al norte d'esta tierra. Estremu más vertical que'l vértigu. La oriella más septentrional del mapa. Senderos que se pierden pela costa. Parroquies enraizaes dende fai sieglos. Conceyu d'etimoloxía de gozu. Cartabón de colleches y rituales. Testimoniu del pasu los romanos. Territoriu de pumaraes y castros. Cementerios orientaos a la solana. El cabu que más sal y más s'estira. El faru qu'alluma sobre la nueche. Andecha de llabriegos y marinos. Siendes peles que naide yá nun pasa. Bravura de la mar contra contra Coneo. Atalaya que llinda col océanu. Imaxes mui antigües de la vida. Imaxes que se mecen como'l fueu. Imaxes que sumiránse na brasa.
 (La Nueva España, 4 de febrero 2007)



(C) Aurelio González Ovies
Voz: María García Esperón
Música: Yanni
MMX

La túnica de Fausto

24 jun 2010

¡Si tuviera una túnica mágica que me permitiera
ir a aquellas regiones lejanas, no la cambiaría 
por los más preciosos vestidos ni por el manto de un rey!

De entre los seres que bajan a soñar a nosotros hay uno que lleva la túnica por la que Fausto clama en la Primera Parte de su tragedia. El vestido recubre la armonía cincelada en talleres invisibles y quizá sobrehumanos (la cotidianeidad la destruye). 

Pero cuando la entidad armónica baja, decía,  y sueña en nosotros , no es posible sostenerla sin contemplarla y no es posible contemplarla sin comprenderla y sin llorar porque viene de aquellas regiones lejanas por las que suspira el filósofo en la Primera Parte, momentos antes de sellar -con sangre- su pacto con Mephisto. 

Y con la criatura y su túnica en el corazón y en los sentidos, las regiones etéreas suspiradas, la vida luminosa y encendida se revelan en todos los sitios, en  los rincones y las colgaduras, el tiempo deja de escaparse y una insoportable belleza eterna anida en nosotros y la boca del  ser que nos sueña modula  a través nuestro las palabras terribles: ¡Detente, eres tan hermoso!


Un momento frente a un texto en alguna parte del 24 de junio de 2010. 


Por el arco del aire: poesía para niños

23 jun 2010

Por el arco del aire
 pasa Violeta
 con un sueño en el pelo
 y una peineta.

 Por el arco del agua
 pasa Manola:
 pañuelito de azahares,
 bata de cola.

 Por el arco del cielo
 pasa Remedios,
 con zarcillos, lunares
 ¡y con salero!

Poesía para niños

Foto: Noviembre 2009, Librería Rosario Castellanos.

Copo de Algodón: la otra mitad

22 jun 2010

Te invito a través de este libro a convertir la Historia en algo muy vivo.
Copo de Algodón: una princesa azteca en el siglo XXI.

La Dirección editorial: Ana Laura Delgado.
Ilustraciones: Marcos Almada Rivero
Cuidado de la edición: Angélica Antonio
Revisión del texto: Rosario Ponce.

Este libro es sólo la mitad.
La otra mitad es tu rostro.

Copo de Algodón: un pasado lleno de futuro


Estaba programada para la primavera, pero Copo de Algodón ha elegido nacer en el solsticio de verano. Ediciones El Naranjo ha publicado la historia de la hija de Moctezuma, una gran desconocida. Fue esposa de Cuitláhuac y Cuauhtémoc, tuvo una hija con Hernán Cortés y desposó sucesivamente a 3 conquistadores españoles. Fue señora de Tacuba y sus hijos los primeros mexicanos.
En la novela, conocerán los lectores a Copo de Algodón, niña, entramada con su universo mexicana, en la cosmovisión del pueblo del Sol: flores y cantos, calendario, muerte a filo de obsidiana, sacrificios cruentos y guerra.
Copo de Algodón, un pasado muy presente. Un pasado lleno de futuro.

Copo de Algodón despierta en El Naranjo

21 jun 2010

Como todos los sueños, éste ha sido acariciado largamente y cuidado de manera excepcional por personas  tan profesionales como afectuosas que hacen de la Editorial fundada por Ana Laura Delgado una especie de paraíso de libros donde el árbol  es un Naranjo.

Angélica Antonio y yo nos dimos el abrazo más cariñoso a propósito del gusto que nos da que Copo de Algodón dé sus primeros pasos en el camino hacia los lectores.


Angélica tuvo a su cargo el cuidado de la edición. El libro cuenta con las ilustraciones de Marcos Almada Rivero a quien no conozco personalmente pero que resultó alma gemela pues de niño quería ser arqueólogo como yo. Por lo pronto ya compartimos esta expedición a través de las páginas de una novela que trata sobre el mundo mexica y  cuyos capítulos se estructuran en torno a los veinte días del mes azteca para acercar antiguas emociones y remotos asombros a los jóvenes del siglo XXI.



En este encuentro emocionado no pude coincidir con Ana Laura Delgado pero desde hace muchas lunas y ya para siempre le agradezco el que haya acunado este libro desde que era un sueño de hojas y que haya hecho grande la fe en esta niña llamada Copo de Algodón,  que no es un personaje ficticio, sino histórico y que como Cleopatra Selene en Querida Alejandría, en los espacios misteriosos de la creación, la lectura y la escritura me habló... para que a mi vez yo hablara de ella, hiciera de letras su voz y la diera a conocer.
Ella, a pesar de haber sido la hija favorita de Moctezuma y gozado del aprecio y respeto de los españoles, es una gran desconocida de lal historia de México, una especie de bella durmiente a la que ha tocado despertar en El Naranjo.

En esta foto, Copo -como ya la llamamos en confianza- entre sus madrinas: Ana María Carbonell, Angélica Antonio y Rosario Ponce. Y fuera de la foto pero dentro del libro, Fabiola Pérez Solís e Isa Yolanda Rodríguez, que diseñaron y diagramaron. Con estas hadas de los destinos, el de Copo de Algodón, la hija de Moctezuma es, vuelve a ser entre todos bienhadado.

Con Mi abuelo Moctezuma en el Templo Mayor

20 jun 2010

Uno de los lugares más intensos que puedan existir en el mundo es éste:
los cimientos del Templo Mayor, cuyas piedras hablan de grandeza y de estrellas, 
de dolor, de sangre, de convicción, de flores y guerras,
de sueños y dioses, de hombre y destino.


En el Museo, Coyolxauqhi, la luna de cascabeles en el rostro encontrada 
hace 30 años recupera sus colores originales gracias a un sutil juego de luces:


El nuevo huésped del Museo del Templo Mayor, imponente Tlaltecuhtli 
-la compleja deidad de la tierra con los atributos femeninos enfatizados:



Ya de salida, despedirme de mi abuelo Moctezuma.
Pero la luz llegó antes:




Mi padre es un hombre triste.
No tendría por qué serlo. Es el dueño de todo.
Le llaman el Gran Tlatoani. 
Eso quier decir que es nuestro rey, nuestro emperador. 
Nadie puede verlo a la cara. 
Cuando llega la gente a su presencia, tiene que descalzarse. 
Excepto su primer consejero, siempre vestido de negro y blanco, 
al que llamamos el Cihuacóatl o mujer serpiente, no sé por qué.
Nadie sabe por qué.

(Copo de algodón. Novela. Ediciones El Naranjo, 2010)

Fotos: Museo del Templo Mayor. Exposición Moctezuma II. Junio 2010

Carlos Monsiváis: ADIOS



Se fue nuestro cronista.
Sus letras quedan.
Carlos Monsiváis (1938-2010)


Foto: Luto en el Museo del Estanquillo. México DF.  20  junio 2010. MGE

Moctezuma: ¿Superstición o cosmovisión?

19 jun 2010

Llovieron esmeraldas;
ya nacieron las flores:
Es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México,
el sol está alumbrando.
(Moctezuma II)


El comisario de la exposición sobre Moctezuma II en el Museo Británico, Colin McEwan, puso en septiembre del año pasado el dedo en la llaga:

"Moctezuma es persona non grata en México debido a la opinión tradicional de que actuó en secreto contra su pueblo y cedió el imperio a los españoles".

En esas declaraciones de McEwan se ponen en relieve los paradigmas que nos han regido en nuestra visión histórica desde el siglo XVI hasta nuestros días. Hernán Cortés y su gente desembarcaron en Veracruz envueltos en la niebla de sus convicciones, supersticiones y creencias y desde ellas leyeron la otra niebla de Moctezuma y su pueblo, tan convencida, supersticiosa y creyente del retorno de Quetzalcóatl, como el fraile de la Merced en la eficacia de la extremaunción y Gonzalo Rodríguez en la Virgen de los Remedios.

La historia de México se ha escrito bajo los cánones occidentales, con su sistema de valores y sus moldes. A la luz de la Ilustración, de la Enciclopedia, del Racionalismo, del Nacionalismo y de la Revolución, Moctezuma fue un traidor, un supersticioso y un cobarde, la cosmovisión mexica -permeada con la certeza del comienzo y del final de los ciclos- un estadio pueril de pueblo primitivo. Y se mira con superioridad y compasión apostólica a los indígenas, a los que considera el Instituto Nacional de Antropología con la altanería científica del porcentaje para describir su existencia y sus lenguas.

Si la "superstición" de Moctezuma se examina con la menor cantidad de prejuicios posibles -cosa muy difícil de lograr- se encuentra su fineza espiritual, su sabiduría de la naturaleza y del hombre, su cuerpo de verdades existenciales dolorosas e ineludibles, su penetración del misterio de las cosas, de la materia y del tiempo. Y entonces la superstición se nos ha convertido en cosmovisión, y así podríamos comenzar a entender, no sólo a Moctezuma, sino a nosotros mismos.

El cuaderno de Sergio

18 jun 2010

Y en él, el camino de un poema
este y todos los años.
 y la poesía 
que siempre pero siempre
 nos escoge,
 a veces desde el pupitre,
 y también para siempre
 nos lleva.

Moctezuma revive en el Templo Mayor

17 jun 2010
Moctezuma II: Tiempo y destino de un gobernante es el nombre de la exposición que hasta enero 2011 podrá disfrutarse en el extraordinario Museo del Templo Mayor. La muestra, coordinada por los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján, reúne 220 piezas, de las cuales la que genera mayor expectación es la insólita y monumental piedra que representa al andrógino Tlaltecuhtli, hallada hace cuatro años en las obras del predio de las Ajaracas, en el centro histórico, a escasos metros del Templo Mayor.

Los arqueólogos todavía no emiten el veredicto oficial que asociaría a Tlaltecuhtli con el enterramiento del gran tlatoani Ahuízotl -padre de Cuauhtémoc y tío de Moctezuma- pero la riqueza de las ofrendas encontradas remite a unas honras fúnebres de gobernante.
En ese caso estaríamos ante el primer sepulcro de un rey azteca hallado en el siglo XXI.

La muestra

El guión museográfico es estupendo: se divide en 7 módulos que dan inicio con la sección titulada "Ancestros de Moctezuma". Desde la fundación de Tenochtitlan, el reinado de Acamapichtli y los ocho tlatoanis que precedieron al gran señor que sería el último del Anáhuac. "La coronación de Moctezuma" nos sumerge en el orbe de símbolos con que los aztecas supieron solemnizar -divinizar casi- la humana carne de sus reyes, situación que se continúa en "Moctezuma y sus símbolos de poder", donde se profundiza en la complejidad simbólica del pueblo mexica. 

"Renovación natural", "Régimen militar y político", "Caída de Moctezuma y su imperio", "Renacimiento del antiguo México": un paseo por la historia que puede ser tan profundo como el visitante lo decida. Las piezas han sido reunidas en un discurso muy coherente que les brinda la posibilidad de hablarnos de nuevo.

Así, a través de tenues incensarios, majestuosas lápidas, serpientes, cañas, águilas, calaveras floridas, una reproducción del polémico penacho que se encuentra en Viena, el gran tlatoani Moctezuma II revive a pesar del tiempo en el Templo Mayor.

María García Esperón

La luz del mundo prehispánico

En el lugar de las danzas y los cantos. Febrero 2010


 ¿Acaso de verdad se vive en la tierra?
 No para siempre en la tierra:
 sólo un poco aquí.
 (Nezahualcóyotl)

El mundo prehispánico era -y es en su ancestral pervivencia- el de la brevedad consciente. 

El de la consciente brevedad de la luz que vetea el corazón de la tiniebla como el quetzal cruza el cielo. 

No más allá, no en el otro mundo, sino más acá y en este nuestro se encuentra la operativa oscuridad, la ósea muerte que nos mastica por dentro como las serpientes misteriosas de los relieves mayas a personajes que son dioses y que son hombres porque se mueren y porque se viven en el mismo instante y en la misma intención.
 Omecíhutal y Ometecuhtli creando vida de la muerte
Nos asombra la ferocidad del cuchillo de pedernal, la dureza de las sandalias de obsidiana de los reyes, las descarnadas representaciones de la muerte, la ausencia de dulzura en la madre Coatlicue, en el padre-madre Tlaltecuhtli, en el recuerdo de la atroz economía del sacrificio humano, en la manera que tienen los dioses de alargar la mano invisible y cobrar la víctima.

No más allá, sino muy aquí, en este como sueño que describieron con palabras soñadas y leves los poetas del mundo nahua, se encuentra la luz constitutiva, la vida de carne y pétalo que nos hace brotar desde dentro como la flor de la calavera en las representaciones aztecas y que aunque no para siempre en la tierra, el sólo poco de aquí al que estamos destinados nos libera hacia el infinito en un instante tan sólo, en su breve jaula de juncos de luz.

Un dinosaurio, un nombre, un museo y Andrés Acosta

16 jun 2010
-¡No pronuncies ese nombre!

-¿Pero por qué?

Eso lo podremos descubrir a partir del próximo sábado 19 de junio, en que en el Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, los miembros del Taller García Muro representarán la obra de teatro para marionetas de Andrés Acosta llamada precisamente...

¡No pronuncies ese nombre!

¿Qué niño en su sano juicio no quiere conocer a un dinosaurio de verdad? Prudencio, que no es la excepción, acaba de mudarse de barrio. Sus nuevos amigos le dicen que si quiere ver de cerca a un dinosaurio verdadero, debe llamar a un niño con una palabra que nadie se atreve a pronunciar...

¿Te atreverías..?

El Taller García Muro se encuentra activo en estas lides teatrales desde 1984, cuando comenzaron a realizar pequeños juguetes en manta. Después vendrían la cartonería, el reciclado, fibras naturales y muchos colores hasta llegar a producir unos señores títeres animados por mecanismos que posibilitan su movimiento.

El autor... (¡que salga el autor! gritará el público), Andrés Acosta, es un excelente escritor mexicano nacido en 1964 de quien yo particularmente soy entusiasta. Andrés escribe para niños y jóvenes y para todos. Sus novelas juveniles se han destacado en el competido panorama editorial hispanohablante, pues El complejo de Faetón (SM, 2006, fue seleccionada por la SEP para el programa Bibliotecas de Aula 2008-2009) y OLFATO (SM, 2009) obtuvo el Premio Gran Angular Literatura. Con su libro de cuento infantil Lavadora de culpas (CONACULTA, 2006) obtuvo el Premio de la Feria Internacional de Literatura Infantil y Juvenil) y recientemente acaba de publicar el sorprendente Agua en polvo (Norma, 2010). Con No pronuncies ese nombre, obtuvo el tercer lugar en el Concurso de Obras de Teatro para Títeres sobre Alebrijes, organizado por el MAP en el 2008.

Las letras muy vivas de Andrés Acosta más la magia que saben crear solamente los titiriteros convierten esta temporada de teatro del  Museo de Arte Popular en una cita irrenunciable con la fantasía, la imaginación y con lo mejor de ser un niño.

Morir sin medida, de Aurelio González Ovies




Morir sin medida


A Chusa, por su ser.
De qué nos sirve entonces
la memoria
si no tenemos fe ni percibimos
que hay algo por encima
de nosotros
que nos lleva a soñar
lo inalcanzable.
Otra edad llegará
que nos despierte
y nos haga llorar
sobre el vacío,
nos asome a su invierno
y a sus noches
de estrellas más lejanas
que el recuerdo.
De qué me vale entonces
esta voz
que nombra a veces
cosas tan queridas
y ahoga a veces
tragos tan amargos.
De qué tanta pasión
por habitar mi ser,
encontrar el silencio,
compartir ese eterno
momento en que la mar
parece que nos habla.
De qué sino para esperar
que en todo hay esperanza.



(C) Aurelio González Ovies
Tardes de cal viva
Voz:
María García Esperón
Música
L. Einaudi
MMX

El hada del verso: poesía para niños

14 jun 2010

El hada del verso
-la más pequeñita-
en una palabra
se fue de visita.
 Fue a ver a la Rima
que estaba enojada
porque ya los versos
sin ella versaban.
-¿Qué acaso estoy vieja?
¿Estoy mal peinada?
Desperté temprano,
me lavé la cara.
El hada del verso
rimó en su varita
 y versa rimando
versaron las rimas.




Contrariedad, de Aurelio González Ovies

Imagen: Escobargo


Escuchar:




No se parecen nada a lo que esperas.
No se parecen nada a lo que son.
No poseen riqueza que envidiarles.
No son felices más que a intervalos.
No piensan nunca lo que sienten.
No sienten nunca lo que dicen.
No dicen nunca lo que piensan.
No sueñan más que entre la oscuridad.

Nunca permiten que les asombres.
Nunca te tienden sus manos frías.
Nunca te escuchan con atención.
Nunca acarician la brevedad.

No se parecen a lo que exigen.
No son capaces de amar seguido.
No se liberan de sus costumbres.
No han aprendido a encontrarse solos.
No entienden ser fieles a sí mismos.
No les reviste más que el orgullo.
No se conforman con la salud.
No siguen leyes para matar.
Nunca se miran limpio a los ojos.
Nunca ejercitan el corazón.
Nunca se acercan a los abismos.
Nunca persiguen, nunca, el jamás.

No se parecen a lo que fueron.
No se entusiasman con las estrellas.
No saborean con gusto el agua.
No saben cuánto seda la sed.
No se detienen más que en las formas.
No echan de menos más que lo muerto.
No pierden tiempo, no encuentran tiempo.
No viven más que para huir de sí.

No viven. Huyen, cogen y tiran.
No viven. Huyen, vienen y van.

(C) Aurelio González Ovies
No
Aurelio González Ovies
Marian Suárez
Cuadernos Fíbula de Poesía
Voz
María García Esperón
Música:
L. Einaudi

MMX

Mi infancia, un poema de Alejandra Moglia

13 jun 2010

Una de las personas que trabajan más por difundir la literatura infantil y juvenil en el ámbito hispanohablante es la muy sensible argentina Alejandra Moglia. Amante de los libros y conocedora de poesía como pocos, Alejandra ha tendido una efectiva red de puentes para que cada día más lectores lleguen a las palabras que los buscan como la sed al agua. Aquí, un poema de Alejandra que me gusta mucho y que da razón de lo que sentimos quienes de una manera o de otra estamos involucrados con la literatura infantil.

Mi infancia

Alejandra Moglia


Me refugio en mi infancia
cuando la noche del alma
arrasa con las flores de mis sueños
y las entierra a miles de kilómetros de distancia;
cuando el frío hiela
hasta los recuerdos más profundos
que mantienen vivo a mi llanto.

Me refugio en mi infancia
cuando tus ojos ciegos
sólo ven la máscara de lo falso
y no aprecian lo invisible;
cuando tus oídos sólo escuchan


las melodías de lo infame
y no se conmueven ante la verdad de mi silencio.

Me refugio en mi infancia
para mirar la luna cuando llora
y consolarla;
para escuchar el grito del olvidado
y traerlo a la memoria;
para encontrar la vida que se ha perdido
y rescatarla.

Me refugio en mi infancia
para nacer de nuevo.

Me refugio en mi infancia
para volver a amar
y despertar a los muertos.