En un sueño de palabras...

Del hada María para Con S de sapo

25 abr 2011

El hada del verso
la más pequeñita
en una palabra
se fue de visita.

Fue a ver a la Rima
que estaba enojada
porque ya sin ella
los versos versaban.

¿Qué acaso estoy vieja?
¿Estoy malpeinada?
Desperté temprano...
¡me lavé la cara!

El hada del verso
rimó en su varita
y versa versando
rimaron las rimas.

Voces de las dos orillas, de Anabel Sáiz Ripoll, en el Día del Libro

22 abr 2011
Para Anabel Sáiz Ripoll todos los días del año son del libro. Y para celebrar esta fiesta del Libro y la Rosa 2011 damos la bienvenida a su nuevo blog:


Presentación


Fue un libro escrito en México y soñado para publicarse en España el punto de contacto. Era el año de 2009 y recibí un correo electrónico  que me comunicaba que la reseña de Mi abuelo Moctezuma, una novela para jóvenes, había sido publicada en el blog Pizca de papel. Firmaba: Anabel Sáiz Ripoll.

Desde entonces he sido testigo de cómo la ensayista y creadora ha sumado a la gran cantidad de estudios que ha dedicado a las letras de su patria, miradas pacientes y enriquecedoras al quehacer de los autores  hispanoamericanos. Especialista en literatura infantil y juvenil, experta en la obra de los grandes maestros del género -Jordi Sierra y Fabra, Alfredo Gómez Cerdá, entre otros muchos- con una generosidad sin precedente hizo su empeño a la mar para recoger las voces de la otra orilla.

Nuestros libros han viajado sin papel gracias a la pluma inteligente y digital de Sáiz Ripoll, quien a diario escribe páginas que hablan con los acentos de Colombia, Argentina, Cuba, México y distribuye en varios medios cibernéticos que son casi inmediatamente detectados por los estudiantes y maestros latinoamericanos que han hecho de los estudios de Anabel su referente obligado. Carlos Marianidis, Mercedes Calvo, María Eugenia Mendoza Arrubarrena, Marco Aurelio Chavezmaya, Jorge Luis Peña Reyes... han sido americanos de honor en los espacios generosos de esta española tan universal y omnipresente como la lengua que hablamos y nos une.

Pero no solamente la literatura infantil y juvenil ha encontrado en los espacios que Anabel construye su tribuna natural. La poesía, la muy actual y contemporánea poesía, la que aún no se convierte en historia y diccionario sino que brota muy viva ha hallado en Anabel una pregonera de serenidad y justicia. Descarta fama, mercadeo y concurseo y busca la verdad, la que brota palabra de dolor y ternura, como la de Marisa Company Valls, que cala y convierte; se asoma a las sílabas más altas de la palabra hombre con Aurelio González Ovies desde la misma sencillez que atraviesa la obra del poeta, derrama la palabra clara y fresca como la fuente de Cañete de Julián Ibáñez y por si fuera poco todo esto, despierta las letras dormidas y nos devuelve a Rodrigo Díaz, un Mio Cid vuelto a nacer por la gracia de los ojos con que Anabel lo mira, con que Anabel lo lee.


 Voces de las dos orillas es una polifonía que Anabel Sáiz Ripoll viene entregando a todos aquellos que quieran acercarse a la palabra, a los que apetecen saber de ese más allá que vive y escribe en otras tierras, junto a otros ríos y bajo otros cielos. Para ella, de todos nosotros, una enorme palabra GRACIAS, porque desde España escucha la voz de las letras de América.


María García Esperón

Por los libros de los libros, de Aurelio González Ovies


Para que siempre queden páginas inéditas, espacios en la naturaleza, distritos en el paisaje donde enclavar un verso o anillar una sílaba. Para que nunca falten secretos que bruñir en los lomos del agua ni grana que esparcir en los extensos ámbitos de las ficciones. Y sigan propagándose el olor a guitarra y las llamas romances en las noches de Lorca. Y crucen por los puentes del viento los oscuros relinchos delatores de Perse. Por las cítaras rústicas y los cantos labriegos. Por Virgilio y sus armas y fragantes hexámetros, como tierra rojiza donde crece la salvia.

Por la longevidad de aquellos que decoran la piel de las serpientes y trazan geometrías en la fosforescencia de orugas y de pétalos. Por la lavanda, agradecida todavía al sol y a las tardes de estío. Por los ecos del mundo y de todos sus pájaros cuando el silencio reina en las mañanas vírgenes de los meses de marzo. Por las sombrías pérgolas bajo la Antigüedad, en las que aún se escuchan las puntadas broncíneas de Penélope. Por el amor que arriba, trazado a mano, en naves y gabarras, para todos los que odian, de costa a costa. Por Gloria y Gamoneda.

Para que se confundan los sueños más sublimes con la realidad brutal de algunos días y no se sientan más los lamentos frecuentes ni las súplicas roncas del atropello. Para que manen fuentes allí donde las grietas parecen ya un reflejo del alto cielo y germine la mies con la facilidad de las telúricas exactitudes de Claudio. Y trepen tu sonrisa y mi enajenamiento por las alineadas alamedas que suben a Machado. Por los que han partido sin decir la caricia más atesorada para el último instante.

Por el corazón de Mestre y sus antífonas de salud en rama. Por las esquilas que aún rompen la calma de Orihuela y los secos graznidos de dos cuervos posados en este alejandrino. Por Pizarnik y Safo y las islas en las que desterramos el incapacidad y el intimismo. Por nosotros, inocentes criaturas expuestas al dolor más profundo y a la mínima herida del aire o de la mano de nuestros semejantes. Por el orbe infinito. Por su misericordia. Por Javier Sicilia, para que nunca callen su rabia ni su ímpetu, para que no enmudezcan de pena sus metáforas, pero siempre con gesto de códice o poema. Por los libros de los libros. Siempre.

(C) Aurelio González Ovies
La Nueva España, 21 abril 2011
Voz: María García Esperón
Música: Nightnoise
MMXI

En la Marina de México

19 abr 2011
El poeta José Vicente Anaya, el Maestre David Agustiniano
la Teniente de Navío Carmelita Juárez y yo en el Club Naval de la Secretaría de Marina

La Secretaría de Marina de México ha abrazado con entusiasmo y enorme éxito un proyecto fascinante: la convocatoria anual de tres concursos dirigidos a todo el país: El Niño y la Mar (pintura), La Juventud y la Mar y Memorias del Viejo y el Mar (literatura).

En esta ocasión, los miembros del jurado del concurso El Viejo y la Mar fuimos invitados a una espléndida comida en el Club Naval. El maestre David Agustiniano nos ofreció toda la hospitalidad de la Marina y la teniente Carmelita Juárez Sánchez conversó con nosotros de las innumerables experiencias enriquecedoras que ha brindado este concurso.

La conversación nos llevó irremediablemente a la poesía, José Vicente Anaya, miembro del jurado e importante poeta mexicano nacido en 1947, con una sencillez enorme nos habló de su ya mítico libro Híkuri*, fruto de su experiencia en la sierra tarahumara y en torno al complejo ritual y cultural del peyote. El abuelo de José Vicente era rarámuri (tarahumara) y mucho del misticismo que define la obra de este poeta procede de esa sangre indígena del norte de México.

Siendo José Vicente un poeta del Norte (de México), al fin de la comida le entregué el primer poema de Vengo del norte, de Aurelio González Ovies, que yo llevaba "casualmente" conmigo y él se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta. Ahí se fue un poeta con un poema de otras tierras mientras en éstas, la teniente Carmelita describía vivamente su experiencia con El poema que cayó a la mar, que ha conquistado a la Marina de México.




Carmelita Juárez.
"Yo transmito con mucho gusto ese libro
-El Poema que cayó a la mar- que llega a México".



*Nombre rarámuri para el peyote

Antonio García Teijeiro: Un clásico con ojos de niño

17 abr 2011

A mí todo el que escribe con honestidad me 
merece respeto, porque todos estamos para sumar
 y entre todos hacemos ese libro inmenso 
de la vida, es decir, de la literatura. 

En el pensamiento de los antiguos pueblos mesoamericanos los seres que estaban en el fundamento de la realidad eran los Creadores, también llamados los Dadores. Decir que eran dioses sería, en nuestro discurso actual, remitirlos a un más allá alejado de lo humano.
Y nada más cercano que esos Creadores en continua ofrenda, de esos Dadores en creación continua, en lluvia ininterrumpida de sí.
El poeta gallego Antonio García Teijeiro participa como pocos de esta característica que es humana más que divina. Pero humana con mayúsculas y con actividad. Humana con Poesía.

Creador, Dador, Antonio García Teijeiro nos ha llenado de poemas como las ramas de un árbol se llenan de aves. Recorrer su biliografía es un asombro, por la cantidad de libros publicados y por la originalidad que entraña cada uno, desde el compromiso con la contemporaneidad en Lo que ven los ojos de los niños hasta la ensoñación toda libertad en Todo es soñar, desde el espíritu lúdico de sus Bolboretas no papel hasta la reflexión existencial en As palabras están a mirarse arredor da mesa...

Versos que vuelan, palabras que navegan, poetas que renacen y sonríen en las páginas que a ellos dedica Antonio. Amor y fidelidad y eternidad para Machado, Federico, Celso Emilio, páginas de oro que vuelven al pasar las páginas del libro que Antonio escribe y que nos invita a escribir con él, en ese su "Todos somos poetas" genuinamente pronunciado, encarnado en cada palabra y en cada acto, en cada afirmación:

"A mí todo el que escribe con honestidad me merece respeto, porque todos estamos para sumar y entre todos hacemos ese libro inmenso de la vida, es decir, de la literatura. Nunca utilizaré lo que escribo para considerarme superior a nadie".

Dice Antonio que cuando en Galicia los estudios lo nombran un "clásico de la LIJ" le da risa. Tomando nota de su sencillez y modestia,  desde esta otra orilla americana, los que hemos tenido la fortuna de que nos llegue su palabra, así lo percibimos: como un sencillo clásico, un clásico que ha conservado la inocencia y la alegría de crear, de dar, de darse... Un clásico con ojos de niño.
María García Esperón

Libros, rosas y Copo de Algodón

14 abr 2011

Copo de Algodón habla a los niños con un lenguaje poético: entrevista en Radio UNAM


¿Que se sentiría despertar un día en una ciudad de México que fuera la antigua Tenochtitlan? ¿Aspirar sus aromas, destejer la luz en los reflejos de la laguna, escuchar el canto de las aves y las palabras de la lengua náhuatl?
Una escritura y una lectura vivencial es lo que propongo en la novela Copo de Algodón, editada por El Naranjo y a cuyo propósito sostuvimos una charla en Radio UNAM en el Día de la Fiesta del Libro y la Rosa.

Una novela que se propone en el ámbito de lo juvenil pero que va dirigida a todos los lectores posibles. Que pretende reconstruir un mundo y que al considerar lo ambicioso del empeño se vuelve humilde y pide ayuda a la poesía. Copo de Algodón habla un lenguaje poético y para escribirla tuve que escribirme desde el viaje asombrado y luminoso al corazón de mi propia infancia. (MGE)

Día de libros y rosas

Con Ana Fer, que quiso llevarse este sueño.


En la Fiesta del Libro y la Rosa



El 14 de abril de 2011 fue elegido para celebrar la Fiesta del Libro y la Rosa en la explanada del Centro Cultural Universitario de la UNAM. La asistencia fue muy nutrida y el intenso calor de este abril contribuía a crear la atmósfera de celebración.

En el stand del Naranjo se encontraban María del Mar Hernández, la ilustradora de "Trenes" de Ana Romero y Martha Riva Palacio Obón, a quien tuve oportunidad de felicitar y externar cuánto me gusta su libro "Haiku".

Con María del Mar Hernández y Martha Riva Palacio

Una agradable sorpresa fue encontrar a Karina, de Animaciones Edgarín, a quien conocí en la red y que es una enamorada del mundo indígena. Ella se ha dado a la tarea de leer Copo de Algodón a los niños de un colegio al que acude como parte de los programas de lectura de IBBY. 

Conversamos sobre telares oaxaqueños y la paciencia y arte de los creadores indígenas, comentamos el pasaje en el que la nana de Copo de Algodón sufre la muerte por sacrificio de su hijita Quetzalli y reflexionamos sobre la fortaleza y ejemplo que son las mujeres indígenas de la actualidad, que sin quejarse enfrentan la adversidad y la pobreza. Al tiempo hicimos votos por lograr algún día en nuestro país una sociedad más justa, que sepa mirar y admirar y convivir con el mundo indígena, porque hasta ahora no lo hemos hecho bien.

Con Karina y su familia: su suegra María de la Luz, y sus niños Santiago y Edgar
María del Mar, Martha y yo firmamos muchos libros y estuvimos todo el tiempo rodeadas de personas positivas, de padres y madres deseosos de adquirir los mejores libros para sus hijos y de niños muy entusiastas. Para nosotros, ese par de horas en el stand de El Naranjo fueron toda una fiesta de Libros y de Rosas.

Con Gerardo y Alma, que aman los libros



Copo de Algodón en la Fiesta del Libro y la Rosa: 14 abril UNAM

13 abr 2011

Copo de Algodón, de María García Esperón
Jueves 14 de abril 2011
Entrevista para Radio UNAM: 16:30 hrs.
Firma de libros:  17:30 hrs.

El Naranjo
Stand No. 20
Explanada del Museo Universitario Arte Contemporáneo MUAC
Centro Cultural Universitario, CU
Avenida Insurgentes Sur 3000, Coyoacán. México, DF

Con María Eugenia Mendoza en el TESE de Ecatepec

11 abr 2011

"Buenas tardes estimados colegas, alumnos y autoridades; gracias por estar aquí respondiendo al llamado que hemos venido haciendo el Ing. Armando Alcalde, Jefe de la Unidad de ISC y una servidora, Olga Torres, durante las últimas semanas. El motivo de la convocatoria, obedece al impulso de compartir con ustedes un proyecto que ha ocupado a las autoridades de este tecnológico, esto es, impulsar el hábito de la lectura en nuestra comunidad con la finalidad de incrementar en nuestros egresados la capacidad para comprender y construir mensajes, dotarlos de cultura general y -por supuesto- también desarrollar la capacidad de disfrutar de una de las bellas artes más apreciadas por la humanidad: la literatura.

Para iniciar este proyecto, hemos invitado a dos destacadas escritoras mexicanas que inaugurarán este evento, hablándonos de un tipo de relatos que a todos nos ha cautivado desde hace centurias, tal vez milenios, esto es, la literatura de ciencia-ficción".

De este modo dio inicio la profesora Olga Torres a una conferencia que impartimos María Eugenia Mendoza y yo en el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec ante un nutrido auditorio compuesto por alumnos de la carrera de ingeniería en sistemas.

Durante varios días, Olga sensibilizó al alumnado mediante preguntas colocadas en muros de la institución y relacionadas con la ciencia ficción. María Eugenia hizo un delicioso recorrido por sus autores favoritos de este género literario, haciendo reflexionar a los estudiantes con los planteamientos de Orwell y Huxley, con la temperatura a que arden los libros -pero no arde la memoria- en Fahrenheit 451 de Bradbury. Se preguntó si los libros impresos desaparecerán y describió tan vivamente el manuscrito encontrado en un libro con las indicaciones para el Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne, que de seguro más de uno saliendo de ahí pensó en ir a consultar el pasaje mencionado.


Por  mi parte hice un recorrido por la investigación que me llevó a escribir El Disco del Tiempo, (cuyo protagonista es precisamente un ingeniero en sistemas) siguiendo el ejemplo vital de Heinrich Schliemann y Arthur Evans, de Champollion y de Michel Ventris, de los descifradores de jeroglíficos, de los que no se conforman con vivir aventuras impresas y quieren llevarlas a la práctica, de los que creen en la verdad y la pasión que los textos encierran, de los que leen alertas como el prudente Ulises y curiosos interrogan las páginas para conocer más, para vivir más, para ser más...

Terminamos por bajar del estrado para convivir con los jóvenes y ya en la despedida no dejamos de agradecer a la maestra Olga Torres la oportunidad que brindó a dos escritoras mexicanas, de llevar las letras a la vida y la vida a las letras. (MGE)




Un sueño más grande: Pintar-Pintar y México

10 abr 2011
Sueños tejidos de orilla a orilla
Hace un año, los niños del preescolar Lauro Aguirre de San Juan del Río, en el estado mexicano de Querétaro, dejaron su luminoso rastro de luz infantil en los versos que hablan de un caracol enamorado de esperanza. Un libro se convirtió en su propia magia gracias al regalo que la asturiana Editorial Pintar Pintar hiciera a la escuela a través de la maestra Juana Cruz, comprometida en la tarea de hacer entrar a los niños a la lectura y la escritura a través de la puerta de la poesía.

Y como ocurre con la magia y con la palabra, a un año se han multiplicado y en esta ocasión el preescolar Lauro Aguirre celebra la donación de una muy nutrida colección de álbumes ilustrados que Ángela y Ester Sánchez, las dinámicas fundadoras de la editorial han entregado a Juana para que estos libros sean puestos en las manos y en los sueños de los niños.

A la lectura por la puerta de la poesía
El magnífico regalo de inmediato movilizó, gracias a Juana, a las autoridades educativas locales y estatales: la regidora de educación del Municipio de San Juan del Río, la Jefa de Sector 5 de Preescolar, la supervisora de zona 30, las directoras de diversos Jardines de niños, colegios e Institutos de Tequisquiapan y San Juan del Río, la Jefa del Departamento de educación inicial y preescolar del Estado, a la coordinadora del programa de planeación y al coordinador del programa de lectura en Querétaro.


Los padres de familia de inmediato se involucraron en el proyecto que Juana dibujó: había que hacer una fiesta de bienvenida para todos esos libros, para todos esos sueños. Había que reunirse para celebrar que ese viernes, el primero de abril, se soltarían en el cielo azul invisibles palomas de versos y esperanza, que los libros probarían a desplegar sus alas en el cielo expectante de la primera lectura.

Juana Cruz: generosidad para recibir
Y como regalo se envolvieron esos libros, para enfatizar su carácter generoso, su vocación de ofrenda, su palabra de color, su imagen parlante.

Su emoción -¡vienen de tan lejos!-, su intención y su tierra, su vuelo y su destino, hecho de voluntad y de misterio, de generosidad para darse y de generosidad para recibirse, intercambio de humanidad que colma la mano del que ofrenda, que multiplica las ilusiones del que recibe y que a unos y a otros devuelve o acrecienta la capacidad de anhelar, de proyectar, el atrevimiento de soñar.

El poema que cayó a la mar

Armanduendín en plena actuación
Juana y Armando Zamora "Armanduendín", quien además de cuentacuentos es un gran promotor cultural y fundador de la librería "Juan Rulfo" de Tequisquiapan, eligieron presentar  el Poema que cayó a la mar, de Aurelio González Ovies, ese que...


estaba tan abandonado,
se sentía tan solo, tan triste y tan mal 
que marchó del libro que sobre unas rocas 
olvidó algún hombre después de pescar. 

De este libro su autor ha dicho que es una buena nueva que "después de hundirse sale tantísimas veces a la superficie y respira y canta y se acerca a las nobles manos de la infancia..."

Pues en esas manos ha puesto su libro y otros muchos la nobleza de Ángela y Ester Sánchez en España y Juana Cruz y Armando Zamora en México y con ellos todas las personas que en una y otra orilla intervinieron no solamente para hacer realidad un sueño, sino para hacer este sueño más grande y desde las soleadas horas de abril de esa mañana, soltar en el cielo libres y confiadas, todas las alas de la palabra esperanza.

Porque...

Parece mentira
El poema que cayó a la mar desplegado en
las puertas del preescolar Lauro Aguirre
pero un poema
inunda la vida de sinceridad,
cala las mentiras,
ahoga las penas.
Un poema solo, fíjate,
uno solo, puede ser plural.






El Disco del Cielo en Cuba

7 abr 2011

Jorge Luis Peña Reyes presentó a Frank y a un grupo de escritores mi novela El Disco del Cielo y desde aquí les envío un cordial saludo y mi agradecimiento.

Que no se extinga el poema

* Fragmento de una conferencia de Aurelio González Ovies
Federación de Asociaciones de Profesores de Español

Aurelio González Ovies. Foto: Catamaram
Todo retorna a nuestros labios, porque todo, al cabo, cabe en nuestros versos y así, más pronto o más tarde “todo regresará, pero nunca lo mismo”. Que no se extinga el poema. Que no mueran los libros. Necesitamos leer, escribir. Necesitamos libros que nos acerquen a la libertad, que nos desgajen la realidad en múltiples realidades irreales.
Necesitamos libros: libros para enamorar hasta lo eterno las manos que los abren; libros donde lo peor nunca esté por llegar; libros para que el mundo no siga en esta línea, para que la enredadera de la voz trepe sin tregua por la espalda de una página; para que no se apaguen del todo los sueños ni la delación; para que no se extingan por completo el eco ni la noche; para que permanezcan los débiles tendidos de la comunicación.
Libros en heredad, donde la tierra preserve un párrafo que dé a la mar, desde donde esparcir sus cenizas y nuestros restos. Libros donde el error y la sinrazón irradien en los embalses de la memoria como una cima majestuosa.
Libros para que los jóvenes y el mañana imaginen el oro en la luz de una mirada; y sepan dónde encontrarse con el acierto, cuándo coincidir en la impuntualidad; cómo decir lo que jamás se habla, cómo expresar lo que se callaría definitivamente.
Libros donde un tirano se arrepiente sobre el borrado boceto de una rosa y llora por los siglos de los siglos. Libros para reverdecer, para no impedir que los caballos de la libertad relinchen y galopen entre la grama y la pradería de un verso; ni que el pájaro carpintero taladre por abril los troncos infinitos del lenguaje. Para que las orugas absorban fosforescencia en sílabas medicinales; y los gatos maúllen sobre las chimeneas de oraciones en luna llena. Libros en los que los grillos puedan resguardar sus recónditas cuevas; y la naturaleza incubar sus ciclos transitivos.
Libros plagados de verano y frescura de higueras; desde donde vuelen los gansos y emigren los hipérbaton; libros ilegítimos, de mayúsculas insolentes y transgresoras; terminantes libros escarpados, creados para precipitarse al vacío desde su intensidad.
Libros escritos desde la lluvia, encuadernados con río, traducidos en azul y al viento, rubricados por la extrañeza y sus impactos.
Libros para los arroyos de la ternura. Para dragar los estanques de la historia y derribar sus ancestrales estatuas de cántaros y caños de sangre.
Libros abrevadero en los que la armonía gotee y en sus ondas se vean reflejadas las bestias como un remordimiento y se espanten y huyan a decapitarse en un índice.
Libros donde el sol mantenga su propio horario y el laurel arome las metáforas. Donde el idioma prenda y ocasione vocablos asombrosos, esbeltos como cipreses.
Libros de amor en rama, con el éxtasis de un instante y su presencia eterna; libros silvestres, afrutados, con miel adjetival y amargas bayas de suicidio. Libros para que jamás se haga jamás; que nos devuelvan lo que ignoramos.
Para arder en deseos y anhelar entrar en quienes sienten como nosotros, quienes parecen un espejo de nosotros. Donde volvamos a nacer al pronunciar un enunciado inexistente. Libros con patios a la literatura y a sus pérgolas de sintaxis envejecida.
Libros hermosos, con desinencias y trayectos hacia reinos deliciosos; donde nos espere lo que no sucede a tiempo o lo que termina de forma irremediable. Libros tránsito para enseñar a morir de otras muertes y aprender vidas inconcebibles. Libros con la misma y única maquinaria del corazón, perfecta y quebradiza. Libros como agua, indispensables para la sed humana. Cálidos, como el vaho de los animales en las cuadras; inolvidables como la primera vez de cualquier vez primera. Libros para una segunda oportunidad y para una despedida que no tuvo lugar. Libros con bifurcaciones e indicadores lo inverosímil. Por donde podamos desfilar hasta abrazar los brazos abiertos de los antepasados. Libros inamovibles y horizontales como la compostura de los difuntos. Invadidos de ahogo como una boca colmada de terreno. Sinónimos de la locura y sus extravagancias clarividentes.
Dementes libros bondadosos, al fondo del fondo, donde arde la tenue vela de la verdad.

Libros como desiertos que nos cieguen con borrascas de arena. Libros con arresto y brújulas para saber a qué distancia aproximarnos en los turnos de desamparo; con provincias y parajes y el solo soplo de la brisa y la flor que deshoja de los manzanos. Libros intransigentes, con la virtud de los vicios, contrarios a toda sustancia; poemas adictos a espirales de encabalgamientos indómitos; poemas encabalgados desde aquí abajo, donde se acaba el universo, hasta el allá, en ciernes, donde comienza la cordura.
Libros.
Con el desenlace de lo que nunca sería del todo.




Para Javier Sicilia desde Asturias

Javier Sicilia. Foto: Proceso


"De veras me sumo al dolor de este hombre cuya palabra, estoy seguro, brotará a borbotones algún día no muy lejano. Saldrán de la fragua del dolor y la rabia sus mejores versos, aunque sean a la par los más agrios que burile. Gritará más sonoro que nunca, desde el abatimiento, aunque sólo sea una última vez. Será así y lo abrazo desde la indignación. Todo mi apoyo, toda mi fuerza para que no desista".
Aurelio González Ovies
                                                                      Poeta   

Fiesta del Libro y la Rosa con Ediciones El Naranjo


El jueves 14 de abril, de 9:30 a 23:00, se celebrará el Día del Libro y la Rosa en la Explanda del Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC. Centro Cultural Universitario, CU. Avenida Insurgentes Sur 3000, Coyoacán.

Y en el stand número 20, celebraremos este día de todos con Ediciones El Naranjo y con la asistencia de varios autores e ilustradores deseosos de encontrar en este día tan especial a los lectores chicos y grandes.

Firma de libros

Francisco Hinojosa 11:00 a 11:300
María Baranda 12:00 a 12:30
Marcos Almada 12:30 a 13:00
Eduardo Carrera 13:00 a 14:00
María del Mar Hernández 16:0 a 16:30
Martha Riva Palacio 16:30 a 17:00
María García Esperón 17:00 a 17:30
Julio Torres Lara 17:30 a 18:00

Los tres discursos de Javier Sicilia

6 abr 2011
Adelanto de los discursos de Javier Sicilia
Revista Proceso

MÉXICO, D.F., 6 de abril (apro).- En los discursos que esta tarde ofrecerá Javier Sicilia por el homicidio de su hijo, Juan Francisco, exige a las autoridades dejar de llamar “daños colaterales” a las víctimas por la guerra contra el narcotráfico. Son, aclara, personas de carne y hueso, con sueños, no estadísticas.

El poeta envió a Proceso las líneas que leerá durante las protestas para exigir un cese a la derrama de sangre.

En su discurso, critica que México no pueda darle a la juventud “la vida que se merece”. Llama a este sector de la población a emprender movilizaciones contra la violencia, porque los jóvenes “han movido montañas”.

Y emplaza al gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, a presentar antes del 13 de abril a los responsables del asesinato de su hijo. De lo contrario, le exigirá renunciar al cargo.

A continuación, los tres discursos que pronunciará Javier Sicilia:





A las Fuerzas Armadas de México

Ustedes han sido siempre los custodios de la paz de la nación. Por ello, nunca habríamos querido verlos fuera de sus cuarteles más que para repeler una invasión extranjera o para ayudarnos, como lo han hecho siempre, en las catástrofes naturales. Ahora los han sacado a la calle para combatir lo que a las policías pertenece. No los queríamos allí, pero allí los han puesto, provocando con ello una escalada en la violencia al incitar al crimen organizado a enfrentarse a ustedes con armas más poderosas. Son ya cuatro años de guerra y lejos de disminuir, el consumo y tráfico de drogas ha aumentado, lejos de sentirnos seguros, nos sentimos con miedo y coraje ante la impotencia de verlos pelear en nuestras calles. Por ello les exigimos, como ciudadanos de esa patria que defienden y custodian todos los días, que no permitan que en sus filas anide el crimen y crezca la complicidad.

Muchos de los asesinos que hoy dañan a la nación de manera terrible en nuestros hijos e hijas, provienen de la deserción de sus filas. La crueldad con la que esos desertores actúan tiene un origen que debe ser revisado cuidadosamente y sanado dentro de sus instituciones para que la deserción no se repita ni los códigos de honor que deben ser parte de la educación de las fuerzas armadas no se traicionen nunca ni en ninguna situación.

Bajo el peso de los casi 40,000 muertos que llevamos a nuestras espaldas, en medio de las mal llamadas bajas colaterales que su intervención en esta guerra ha producido, en medio del horror y del infierno que parecen no tener fin, en medio de la inseguridad que se ha apoderado del espacio y del tiempo de nuestra nación hasta convertir los espacios públicos y las horas, en los lugares y las horas equivocadas, en medio de esta miseria, ustedes deben devolvernos la confianza de que realmente custodian a la nación y de que no debemos temerles cuando nos encontramos frente a ustedes.

Esa confianza, custodios de la patria, sólo podrá ser devuelta cuando ustedes dejen de mirarnos como meras estadísticas de guerra y cuiden las sagradas vidas de los jóvenes que son la vida de nuestra nación. Nuestros muertos, los muertos que llevamos todos en nuestro corazón a causa de esta absurda guerra, esos muertos que nos duelen, recuérdenlo bien, no son bajas colaterales, no son cifras, no son números en un expediente, no son abstracciones. Son seres humanos con un nombre, una historia, un rostro y sueños. Recuerden también que detrás de cada una de esas vidas cegadas hay padres, madres, hermanos, familias que como la mía y la de los muchachos que murieron también asesinados al lado de mi hijo Juan Francisco el 27 de marzo están amputadas y no podrán ya ser las mismas en la felicidad que merecían y les correspondía. Por ello, por ese dolor sin límite, hoy más que nunca el respeto a los derechos humanos debe obligarlos absolutamente a evitar esa tragedia que llaman irresponsablemente daños colaterales.

El dolor, custodios de la patria, que nos ha hecho salir a las calles y detenernos un momento delante de su casa es para finalmente decirles que el dolor no debe servir para sembrar odio sino para encontrar la paz, el amor y la justicia que perdimos.





A LA PGJEM y la PGR.



Uno de los males fundamentales que tiene sumida a la nación en el dolor, en la muerte, en el miedo, en la desconfianza y la incertidumbre es no sólo la falta de una verdadera y sólida procuración de justicia en nuestro país, sino la corrupción que desde hace mucho tiempo se ha instalado en el corazón de sus instituciones. Esta obviedad que está en la mente, en la piel, en el dolor de los ciudadanos como una herida que no cierra, lleva cargando sobre sus espaldas no sólo casi 40,000 muertos, sino otros tantos miles de casos no resueltos por omisión, por comisión o por complicidad con el crimen. Los mejores de ustedes han tratado de sanear ese corazón fundamental para la vida de la sociedad. Pero se ha logrado poco. No sólo la mayoría de los casos quedan sin resolver y se archivan como si los sufrimientos y los agravios de seres humanos fueran sólo eso, casos, no vidas humilladas que piden la restitución de una dignidad perdida o arrebatada, sino que muchas veces también los asesinos que arrancan la vida de nuestros hijos salen de sus propias filas. Así lo expresó hace unos días el propio Procurador de Justicia de Morelos cuando en relación con la muerte de mi Juanelo, de Luis, de Julio y de Gabo, definió a sus asesinos como “personal que estuvo involucrado en instituciones públicas” y que pueden ser “policías, agentes ministeriales o militares”, para luego desdecirse por temor o compromisos con lo políticamente correcto.

Impartir justicia después de conocer la verdad de los hechos es probablemente la mayor responsabilidad que una autoridad puede tener. Cuando no se asume esta responsabilidad y, como ha sucedido a lo largo de décadas en esta nación, se conciente la impunidad, tenemos esta sociedad que alienta la violencia y debilita, como nos está sucediendo ahora, a todas las instituciones de la nación. Y sin justicia ni paz, yo les pregunto por todos los ciudadanos, ¿cómo se puede vivir?

Sabemos que en estos tiempos en donde por este consentimiento está desgarrado el corazón de nuestro país y se ha instalado en él la violencia irracional y el miedo, no es fácil ser un buen policía, un buen juez, un buen abogado, un buen fiscal. Sin embargo, no tenemos otra opción; ninguna otra opción. Si no tenemos policías, jueces, abogados, fiscales, honestos, valerosos y eficientes; si se rinden al crimen y a la corrupción, están condenando al país a la ignominia más desesperante y atroz.

Señor procurador de Morelos, señores procuradores de cada rincón del país, policías y miembros de los ministerios públicos cumplan con la justicia que no han procurado y que hoy les reclamamos. Sólo así tendrán de nuevo nuestra confianza y sabremos que no nos encontramos solos e inermes como hasta ahora nos encontramos. Reconozcan el lugar que tienen como pilares de esta casa que llamamos México

El dolor que nos ha hecho salir a las calles es, como se lo dijimos a las fuerzas armadas, al detenernos delante de su casa, no debe servir para sembrar el odio y fomentar el crimen sino para encontrar el amor, la paz y la justicia que perdimos.

Cumplan con su trabajo dignamente.





EN EL ZÓCALO







Los espantosos asesinatos de mi hijo Juan Francisco Sicilia Ortega, de Luis Antonio y Julio César Romero Jaime, y de Gabriel Alejo Escalera, han llenado de indignación y de dolor a la ciudadanía de Morelos y de la nación entera. Sus nombres, sus historias y sus sueños destrozados, que el amor de la ciudadanía sacó a la luz pública, ha hecho posible que se pusiera también nombre, historias y sueños a otros miles de muchachos asesinados y criminalizados por la violencia que se ha apoderado del país, de sus instituciones y de la imaginación del narcotráfico y de esa mal llamada clase política. Hasta antes de ellos, con algunas excepciones, esos muertos eran, como lo dije delante de las casa del ejército y de la justicia, simples cifras, simples abstracciones, bajas colaterales o criminales, “escorias”, como estúpidamente se les ha llamado. A partir de ellos, esas cifras son lo que siempre han sido y siempre deberán ser: vidas humanas cegadas y familias destrozadas, dolor que día tras día se ha ido acumulando en los corazones de todos los ciudadanos de este país. Juan Francisco Sicilia Ortega, Luis Antonio y Julio César Romero Jaime, Gabriel Alejo Escalera, no sólo son desde que los encontraron asesinados el nombre de todos esos muertos anónimos cuyos casos se encuentran en los archivos de las procuradurías y del ejército y en la desmemoria de nuestros gobernantes, son también el nombre de nuestros muchachos vivos, de nuestra juventud que corre el mismo peligro y a quienes no estamos dándole la vida que merecen. Porque mientras los pocos muchachos –cada vez menos– que pueden alcanzar un alto nivel educativo, carecen de empleo, son subcontratados o subpagados y están en peligro de ser asesinados como fueron asesinados nuestros hijos, los muchos otros que no pueden siquiera acceder a la educación y a la cultura, ni siquiera a un empleo subpagado, se encuentran a la deriva, con el horizonte roto, seres humanos que están o pueden ser reclutados por el crimen organizado para matar y terminar también asesinados.

No hablo de una fatalidad. Es lo que hemos construido con la corrupción de las instituciones, con el desgarramiento del tejido social, con la mezquindad de los pleitos y los intereses políticos que sólo buscan enriquecerse con la desgracia, el temor y la simulación; eso es lo que hemos construido cuando decidimos desalojar las virtudes de la educación y decidimos que sólo el dinero, la producción desmesurada, la competencia y el consumo sin límites serían nuestros dioses; eso es lo que hemos construido cuando hicimos del egoísmo y del enriquecimiento una virtud y arrojamos las riquezas de la cultura, de la educación, de la amistad, de la convivencia y de la solidaridad al terreno de las cosas inútiles.

Cuando los seres humanos tienen que levantarse día con día para hacer vivir a sus hijos con salarios miserables y saber que quizá no regresarán porque nuestras autoridades no están haciendo lo correcto; cuando los criminales, a fuerza de impunidad, han perdido sus códigos de honor; cuando, por lo mismo, deben vivir de lo que los católicos llamamos la esperanza en Dios, porque los gobernantes y los empresarios no pueden darle ya a sus compatriotas una esperanza humana, que es la sombra de la esperanza de Dios, cuando esto sucede, y es lo que está sucediendo, es señal de que empezamos ya a habitar en el infierno.

Desde que mi hijo Juan Francisco y Luis y Julio y Gabo fueron asesinados, sentí a cada uno de los muchachos y muchachas, y a cada niño y niña de esta nación como miembros de una misma familia –mi familia, mis hijos– que debemos cuidar para que sus sueños no se conviertan en la pesadillas que desde hace tiempo ha comenzado a invadirlos. No podemos permitir más que un muchacho, una muchacha, un niño o una niña sean asesinados. A ellos, los jóvenes de esta nación, que saben usar las redes sociales del espacio cibernético, le pedimos que se convoquen, que se unan, que salgan a las calles y que recuerden que desde siempre las juventudes han movido montañas y le han devuelto la esperanza a la humanidad, como lo vemos hoy en otras latitudes. Aduéñense del presente y decidan el destino y la nación que ustedes quieren.

Cuando sucedió esta desgracia yo no me encontraba en el país y ustedes, que están aquí y a los cuales les agradecemos infinitamente, tomaron, como hermanos, mi causa que es la de todos. Ustedes también tomaron por mí y por los demás padres de familia que estaban sin voz la responsabilidad de exigirle al gobierno de Marco Antonio Adame –un gobierno hasta ahora omiso– el esclarecimiento de los crímenes que debe darse a conocer hoy.

Hasta el momento sólo se nos ha informado que se han identificado a dos de los asesinos, que se han girado las órdenes de aprensión para ellos, pero que los asesinos aún permanecen libres y que se desconocen los móviles de este asesinato irracional. Eso no nos basta. Por ello he decidido quedarme aquí en un plantón en esta plaza, delante de las ofrendas que han levantado por nuestros hijos, junto con todos aquellos que quieran acompañarme, y en oración, hasta el miércoles 13 de abril. Es el último plazo que le damos al gobierno de Marco Antonio Adame y de Felipe Calderón para que frente a nosotros, frente al pueblo de Morelos y el país entero, presente ante la justicia a los asesinos de nuestros hijos y a sus cómplices. Durante este plantón haremos lo que el gobierno y las mafias no hacen: escuchar a la inmensa mayoría de la gente. Para ello crearemos en ese mismo plantón un espacio de diálogo ciudadano donde debatir la manera para detener esta absurda guerra en la que la inmensa mayoría de los muertos los ha puesta la sociedad civil y para idear las acciones que construyan la paz con justicia en nuestra nación. Queremos que sea la opinión y la reflexión colectiva de toda la sociedad civil mexicana la que diga cuál será el próximo paso en esta lucha. Por ello invitamos a todo el pueblo de todas las edades y condiciones sociales a expresarse en el plantón y a través de un twitter llamado “@mxhastalamadre”. El miércoles 13 de abril, plazo que le hemos dado al gobierno estatal y federal para presentar a los asesinos, anunciaremos, en un acto público, las acciones que la sociedad civil propone. Los gobernantes deben de entender que son nuestros representantes, nuestros servidores, y que si son inútiles e ineficientes deben irse sean del partido que sean y de la ideología que sea. Un gobierno, como nos lo enseñó Gandhi, sólo existe porque lo aceptamos. Si les retiramos nuestro apoyo ¿qué queda de él?

Si no los presentan convocaremos a una marcha nacional en la Ciudad de México exigiendo la renuncia del propio gobernador y el alto impostergable a esta absurda guerra, en donde la inmensa mayoría de los muertos los ha puesto la sociedad civil. En el antiguo derecho romano existía una figura: el homo sacher (el hombre sagrado) cuyos crímenes el Estado no podía castigar, pero a quien cualquiera podía matar y quedar impune; un ser que al mismo tiempo que estaba excluido de todos sus derechos civiles era sagrado en un sentido negativo. Hoy en México todos somos de muchas maneras hombres sagrados, es decir, seres desnudos, carentes de protección política y susceptibles de ser asesinados por cualquiera. Hoy también, los ciudadanos que estemos en plantón en esta plaza somos más que nunca –como lo fueron mi Juanelo, Luis, Julio, Gabo, la noche en que los asesinaron, como lo fueron también los niños de la guardería ABC, los hijos de las madres de Salvarcar, que hoy nos acompañan, de Martí, de la señora Wallace, de Gallo, de Nelson Vargas, de tantos muchachos anónimos con la vida cegada y de los casi 40,000 asesinados de este país– hombres sagrados y desnudos. Lo somos porque las autoridades del Estado así lo han decidido con su ineficiencia y porque ante sus omisiones quedamos expuestos a la irracionalidad de los criminales que han perdido cualquier proporción y límite. Si alguien puede protegernos y custodiarnos en estos momentos son millones de conciencias que, gracias a los medios, están atentas a lo que pueda sucedernos.

Hace unos días –y estoy por terminar– leí en esta misma plaza el último poema que escribiré (dedicado a mi Juanelo) hasta que el cuerpo de este México desgarrado en sus inocentes resucite. Ese silencio poético no es, como muchos lo han interpretado, una claudicación, sino un grito. Hay silencios más profundos y significativos que la palabra que viene de él y en él se recoge.

Desde ese silencio poético donde la palabra aguarda hacemos un llamado a las autoridades del país, al Presidente de la República, al Congreso de la Unión, al poder judicial, a los Congresos locales, a los Gobernadores, a los Presidentes Municipales, a los líderes de los partidos políticos, a sus miembros, a los llamados poderes fácticos, a los sindicatos, a los jerarcas de las Iglesias, a los empresarios, a los capos y a las mafias de toda laya para que escuchen. Este silencio doloroso y terrible está gritando cuatro hermosas y profundas palabras: dignidad, paz, justicia y concordia. Ese es el grito que está en el latido de nuestro amado México, el grito de nuestros hijos a quienes la inmisericorde violencia les asfixió la palabra en los pulmones y el de los que estamos aquí, de pie, sembrando nuestra esperanza y gritando por ellos.

Último poema de Javier Sicilia

5 abr 2011
Frente a la ofrenda que se montó para conmemorar a su hijo asesinado por la delincuencia y el desgobierno, Javier Sicilia dio lectura al que dijo será su último poema.

El mundo ya no es mundo de la palabra
Nos la ahogaron adentro
Como te asfixiaron, como te desgarraron a ti los pulmones
Y el dolor no se me aparta, sólo tengo al mundo
Por el silencio de los justos
Sólo por tu silencio y por silencio, Juanelo.


Javier Sicilia: Carta abierta a políticos y criminales

Javier Sicilia: Carta abierta a políticos y criminales
Javier Sicilia


MÉXICO, DF., 3 de abril (Proceso).- El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus códigos de honor.

No quiero, en esta carta, hablarles de las virtudes de mi hijo, que eran inmensas, ni de las de los otros muchachos que vi florecer a su lado, estudiando, jugando, amando, creciendo, para servir, como tantos otros muchachos, a este país que ustedes han desgarrado. Hablar de ello no serviría más que para conmover lo que ya de por sí conmueve el corazón de la ciudadanía hasta la indignación. No quiero tampoco hablar del dolor de mi familia y de la familia de cada uno de los muchachos destruidos. Para ese dolor no hay palabras –sólo la poesía puede acercarse un poco a él, y ustedes no saben de poesía–. Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas, desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no pertenece a la naturaleza –la muerte de un hijo es siempre antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huérfano ni viudo, se es simple y dolorosamente nada–, desde esas vidas mutiladas, repito, desde ese sufrimiento, desde la indignación que esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre.

Estamos hasta la madre de ustedes, políticos –y cuando digo políticos no me refiero a ninguno en particular, sino a una buena parte de ustedes, incluyendo a quienes componen los partidos–, porque en sus luchas por el poder han desgarrado el tejido de la nación, porque en medio de esta guerra mal planteada, mal hecha, mal dirigida, de esta guerra que ha puesto al país en estado de emergencia, han sido incapaces –a causa de sus mezquindades, de sus pugnas, de su miserable grilla, de su lucha por el poder– de crear los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la cual este país no tendrá salida; estamos hasta la madre, porque la corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con el crimen y la impunidad para cometerlo; porque, en medio de esa corrupción que muestra el fracaso del Estado, cada ciudadano de este país ha sido reducido a lo que el filósofo Giorgio Agamben llamó, con palabra griega, zoe: la vida no protegida, la vida de un animal, de un ser que puede ser violentado, secuestrado, vejado y asesinado impunemente; estamos hasta la madre porque sólo tienen imaginación para la violencia, para las armas, para el insulto y, con ello, un profundo desprecio por la educación, la cultura y las oportunidades de trabajo honrado y bueno, que es lo que hace a las buenas naciones; estamos hasta la madre porque esa corta imaginación está permitiendo que nuestros muchachos, nuestros hijos, no sólo sean asesinados sino, después, criminalizados, vueltos falsamente culpables para satisfacer el ánimo de esa imaginación; estamos hasta la madre porque otra parte de nuestros muchachos, a causa de la ausencia de un buen plan de gobierno, no tienen oportunidades para educarse, para encontrar un trabajo digno y, arrojados a las periferias, son posibles reclutas para el crimen organizado y la violencia; estamos hasta la madre porque a causa de todo ello la ciudadanía ha perdido confianza en sus gobernantes, en sus policías, en su Ejército, y tiene miedo y dolor; estamos hasta la madre porque lo único que les importa, además de un poder impotente que sólo sirve para administrar la desgracia, es el dinero, el fomento de la competencia, de su pinche “competitividad” y del consumo desmesurado, que son otros nombres de la violencia.

De ustedes, criminales, estamos hasta la madre, de su violencia, de su pérdida de honorabilidad, de su crueldad, de su sinsentido.

Antiguamente ustedes tenían códigos de honor. No eran tan crueles en sus ajustes de cuentas y no tocaban ni a los ciudadanos ni a sus familias. Ahora ya no distinguen. Su violencia ya no puede ser nombrada porque ni siquiera, como el dolor y el sufrimiento que provocan, tiene un nombre y un sentido. Han perdido incluso la dignidad para matar. Se han vuelto cobardes como los miserables Sonderkommandos nazis que asesinaban sin ningún sentido de lo humano a niños, muchachos, muchachas, mujeres, hombres y ancianos, es decir, inocentes. Estamos hasta la madre porque su violencia se ha vuelto infrahumana, no animal –los animales no hacen lo que ustedes hacen–, sino subhumana, demoniaca, imbécil. Estamos hasta la madre porque en su afán de poder y de enriquecimiento humillan a nuestros hijos y los destrozan y producen miedo y espanto.

Ustedes, “señores” políticos, y ustedes, “señores” criminales –lo entrecomillo porque ese epíteto se otorga sólo a la gente honorable–, están con sus omisiones, sus pleitos y sus actos envileciendo a la nación. La muerte de mi hijo Juan Francisco ha levantado la solidaridad y el grito de indignación –que mi familia y yo agradecemos desde el fondo de nuestros corazones– de la ciudadanía y de los medios. Esa indignación vuelve de nuevo a poner ante nuestros oídos esa acertadísima frase que Martí dirigió a los gobernantes: “Si no pueden, renuncien”. Al volverla a poner ante nuestros oídos –después de los miles de cadáveres anónimos y no anónimos que llevamos a nuestras espaldas, es decir, de tantos inocentes asesinados y envilecidos–, esa frase debe ir acompañada de grandes movilizaciones ciudadanas que los obliguen, en estos momentos de emergencia nacional, a unirse para crear una agenda que unifique a la nación y cree un estado de gobernabilidad real. Las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una marcha nacional el miércoles 6 de abril que saldrá a las 5:00 PM del monumento de la Paloma de la Paz para llegar hasta el Palacio de Gobierno, exigiendo justicia y paz. Si los ciudadanos no nos unimos a ella y la reproducimos constantemente en todas las ciudades, en todos los municipios o delegaciones del país, si no somos capaces de eso para obligarlos a ustedes, “señores” políticos, a gobernar con justicia y dignidad, y a ustedes, “señores” criminales, a retornar a sus códigos de honor y a limitar su salvajismo, la espiral de violencia que han generando nos llevará a un camino de horror sin retorno. Si ustedes, “señores” políticos, no gobiernan bien y no toman en serio que vivimos un estado de emergencia nacional que requiere su unidad, y ustedes, “señores” criminales, no limitan sus acciones, terminarán por triunfar y tener el poder, pero gobernarán o reinarán sobre un montón de osarios y de seres amedrentados y destruidos en su alma. Un sueño que ninguno de nosotros les envidia.

No hay vida, escribía Albert Camus, sin persuasión y sin paz, y la historia del México de hoy sólo conoce la intimidación, el sufrimiento, la desconfianza y el temor de que un día otro hijo o hija de alguna otra familia sea envilecido y masacrado, sólo conoce que lo que ustedes nos piden es que la muerte, como ya está sucediendo hoy, se convierta en un asunto de estadística y de administración al que todos debemos acostumbrarnos.

Porque no queremos eso, el próximo miércoles saldremos a la calle; porque no queremos un muchacho más, un hijo nuestro, asesinado, las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una unidad nacional ciudadana que debemos mantener viva para romper el miedo y el aislamiento que la incapacidad de ustedes, “señores” políticos, y la crueldad de ustedes, “señores” criminales, nos quieren meter en el cuerpo y en el alma.

Recuerdo, en este sentido, unos versos de Bertolt Brecht cuando el horror del nazismo, es decir, el horror de la instalación del crimen en la vida cotidiana de una nación, se anunciaba: “Un día vinieron por los negros y no dije nada; otro día vinieron por los judíos y no dije nada; un día llegaron por mí (o por un hijo mío) y no tuve nada que decir”. Hoy, después de tantos crímenes soportados, cuando el cuerpo destrozado de mi hijo y de sus amigos ha hecho movilizarse de nuevo a la ciudadanía y a los medios, debemos hablar con nuestros cuerpos, con nuestro caminar, con nuestro grito de indignación para que los versos de Brecht no se hagan una realidad en nuestro país.

Además opino que hay que devolverle la dignidad a esta nación.



Esta carta se publica en la edición 1976 de la revista Proceso, ya en circulación.

El niño, de Marcelo Suárez De Luna

4 abr 2011

Cuando veo un niño jugar me pregunto donde estará la niña que mañana lo amará. ¿A qué estará jugando? tal vez estén los dos en la misma plaza y lo invite a jugar. Y él no quiera y se vaya corriendo, orgulloso e invicto. Quizás ella hable otro idioma y ahora esté en un parque lejano, jugando a un juego desconocido y que él nunca aprenderá. El destino es un conductor caprichoso que no aclara adónde nos lleva. A veces nos pone el amor a la vuelta de la esquina y otras, a miles de kilómetros. Tal vez nunca nos de ese regalo; o no lo veamos pese a sus intentos.

El niño que estoy mirando ahora no sabe nada de eso ni le preocupa saberlo, absorto en su juego. Sólo él conoce la trama que representa, pero está claro que la obra tiene lugar para uno solo, y en eso es implacable. No hay papel para esa niña pequeña. Esa que tal vez mañana le robe el corazón y que ahora apenas mira, molesto, desde las alturas del tobogán más grande de la plaza.



(C) Marcelo Suárez De Luna
Voz: María García Esperón
Música: Nightnoise
MMXI

Lo que ven los ojos de los niños, de Antonio García Teijeiro

Si hay un libro donde la mirada poética se convierte en peregrina de su objeto inalcanzable es O que ven os ollos dos nenos, del poeta gallego Antonio García Teijeiro. Libro de miradas, páginas de hondas pupilas, de palabras que miran parándose de puntillas lo que sucede en Chiapas, en Sudán, en Kosovo. en el mundo entero, donde los ojos que se abren para el amor y el asombro lo hacen sobre escenas que la memoria quisiera borrar, quisiera revertir a su causa última para impedirla, para segarla en su mismo nacimiento de injusticia, de incomprensión, de crueldad.

Estas palabras que miran no eluden las vistas del dolor y la miseria, pero se hacen bálsamo de sí. Peregrinas, dijimos, caminan hacia la voz de los poetas que el poeta ama y de ellas extrae consuelo para esos ojos que tratan de entender lo que los rodea, para estos ojos con los que tratamos de dar sentido a la injusticia y a la pena que se clava en los niños que nacen en las cunas negras de la guerra, del hambre, de la explotación y de la ignorancia.

A nena soña con Federico.
Porque Federico encheu de cores o seu
corazón de sombras.
Porque Federico fixo que soara para ela
unha morea de campás perdidas.
Porque Federico lle prometeu que mantería 
sempre a súa alma de nena.

Una lágrima sube del corazón de la página al corazón de la mirada. Bagoa que se va muy lejos, como viajan las lágrimas y las nubes, que quisiera abrazar y consolar, y explicar y transformar, que huele el humo y el frío y que desde el aire de los libros al aire de las cosas lee acompasada de compasión con el poeta que escribe:

Vai frío en Chiapas.
A nena escoita falar dende hai algún
tempo de Chiapas.
O pai fala de Chiapas.
A nai fala de Chiapas.
Demasiada xente está a falar de Chiapas.
A nena mira dúas fotos no xornal que está
encol da mesa da sala.
Sente arrepíos. Escoita o horror.

Lo que ven los ojos de los niños es transmitido por Antonio García Teijeiro con dulzura y profundidad, con una compasión no exenta de crítica. Crítica a la sociedad que permite y fomenta el sufrimiento y la pobreza, a los intereses cobardes y anónimos que fabrican huérfanos y maquilan hambre, a la falsa beneficencia. Se va a mirar a la raíz del ojo, a la mirada de la piel, a la inefable poesía de los que por ser pequeños y maltratados no encuentran palabra ni para reclamar ni para llorar ni para nada. Y el poeta Antonio hecho mirada tan sufriente y muda como las que escribe, dibuja para esos nenos y esas nenas una pregunta en candela, una palabra de lágrima, una ventana en la página y los puntos suspensivos que buscan, del otro lado de la sombra, una sombra de esperanza.

E ela, que hai ben tempo que non chora,
pregúntase: "¿Por que choran os lagartos?"
E alá, ó lonxe, como ocorre tan a miúdo,
o eco fai que se perda reseca a súa
esperanza.

O que ven os ollos dos nenos
Antonio García Teijeiro
Il.- Fino Lorenzo
Edicions Xerais de Galicia, 2000

2007-2011 Dos lágrimas por Atenea: España y México

3 abr 2011

En México, la Reforma Integral de Educación Media Superior (RIEMS), publicada el 26 de septiembre de 2008 en el Diario Oficial de la Federación, a través del Acuerdo 442, elimina la filosofía de planes y programas de estudio de enseñanza media superior de todo el país.

Se trata de unificar la enseñanza en todos los subsistemas, a partir de "competencias y habilidades", para incorporar a los "individuos" al mercado de trabajo nacional en el marco de la globalización.
Se ha eliminado la filosofía del conjunto de disciplinas básicas, eso sí, en un pie de página dicen que las disciplinas filosóficas tendrán un "carácter transversal" y ¡"podrán incluirse si se considera pertinente"! También se omiten las humanidades como área básica en la formación de los estudiantes. Que basten las matemáticas, algunas ciencias naturales y la comunicación.

El Observatorio Filosófico de Morelos ha publicado recientemente que:

 "Es evidente que los rasgos generales de esta reforma provienen de las indicaciones de la OCDE y de los Acuerdos de Bolonia y el Proyecto Tuning para la Unión Europea que no son pertinentes para nuestro país, el cual debería realizar una reforma educativa tomando en cuenta su propia historia y sus características como nación. De igual forma, las críticas que han surgido en Europa al Plan Bolonia deberían de ser interpretadas como un llamado de atención a los autores e impulsores de esta reforma. Por otro lado, el gobierno mexicano no debería estar en contra de las principales orientaciones de la UNESCO, organismo que ha estado realizando esfuerzos universales justamente en un sentido opuesto, es decir, para que la filosofía, por su carácter humanístico, no sólo se enseñe en el bachillerato sino en todos los ámbitos de la sociedad. La UNESCO, de la cual forma parte activa nuestro país y aprueba sus resoluciones, ha expuesto de manera expresa a través de sus documentos, que la filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía; el respeto a la multiculturalidad; los derechos humanos; el pensamiento crítico y la democracia, objetivos aducidos, al menos en apariencia, por la RIEMS." Observatorio Filosófico de Morelos, 29 de marzo 2011

En España, según la Resolución de 04 de marzo de 2009 de la Consejería de Educación y Ciencia, el futuro de las asignaturas de Latín y Griego se ve seriamente amenazado, porque se limitará la elección de materias de modalidad por parte del alumnado cuando haya un número insuficiente de alumnos para constituir un grupo. (Dicho en otras palabras, es la manera sutil de desaparecer la enseñanza del Latín y del Griego).

En México y en España ha habido reacciones de filósofos y profesores de esas dos lenguas de las que se levanta la civilización occidental. Suscribo sus palabras aquí México y aquí España y republico un artículo de Arturo Pérez Reverte, publicado en XL Semanal, el 23 de diciembre de 2007 y un artículo de Aurelio González Ovies aparecido el 27 de febrero de 2011 en La Voz de Asturias


Permitidme tutearos, imbéciles
Arturo Pérez Reverte


Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el Latín, el Griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico» . O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad» , entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms» . Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres» , aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.


Sólo faltaba ESO
Aurelio González Ovies

Aurelio González Ovies www.lavozdeasturias.es 26/02/2011
Pues claro que sí. Para ser egresado (qué snob) de una carrera de Letras habría que, previamente, haber ingresado en una Facultad de Humanidades con un buen nivel de Latín (cada cual baila su canción). ESO no debería dictaminarlo el Ministerio ni habérselo planteado Titulación antigua o Grado actual, ni cuestionado el alumnado y menos echárselo en cara a un decanato reciente, comprometido e ilusionado.
Claro que cae de cajón que, tanto a los de lenguas modernas y vivas como a los de semíticas y dialectos anquilosados o esnobistas y contemporáneos, no les vendría nada mal saber qué es una declinación ni olvidar cómo se conjugan los verbos ni dar la espalda a los géneros (femenino, masculino y neutro; singular y plural o dual son el número).
Es evidente y necesario saber que el stop de las señales y de los aparatos parte del latín sto-as-are -mantenerse en pie, detenerse- y a su vez del Indoeuropeo, que no es un festival de la canción, sino la lengua madre. Y que del coquere, coquinare latinos provienen el cook y el cooking y las croquetas de los viernes. Porque es requisito para cualquier estudioso de las gramáticas que se cultivan en el Campus del Milán ser capaz de adivinar el elemental origen del verbo to have, descendiente del capere, capire en italiano y caber en otras lenguas románicas, que no románticas.
Sólo faltaría que después de descornarnos, durante una década (diez años, sic. dos lustros), universidades y responsables en contra de la merma y la supresión de las especialidades más ineludibles en el ámbito de las Humanidades vinieran ahora a manifestarse en pro de una enseñanza digna y de calidad parte de los que nos borraron de sus planes docentes o de quienes, a primera hora, en lugar de dirigirse al aulario, pasaban, pasan y pasarán las mañanas enteras en las cafeterías del entorno, con la excusa de que “menudo plasta el de Latín, vaya varas el de Griego, qué plomazo la de Románicas o qué pijada eso de la Fonética”.
Sólo faltaría que, ahora, entre unos y otros nos impusieron explicar qué es un acento circunflejo -tema de su tesis doctoral y patrocinador de los vinos de sus cursos de verano- en el último semestre del grado y el porqué del acento circunflejo en un máster postgradual y el para qué de dicho circunflejo en un doctorado a posteriori (después), ésos, los de la ESOenLaUNI, importunaran y patalearan por la degradación de las Filologías que tan subrepticiamente y eufemísticamente decapitaron (o por sinonimia, que también es figura filológica, mandaron a tomar por el culo).